jueves, 31 de enero de 2013

Dame la certeza, tu verdad.
Acércate lo suficiente,
sólo así me verás. 
Detrás de los muros y cortinas, 
ahí te espero.
Llegas, quemando patrones, 
desatando incendios.
Poco importa aquello con que los ojos se deleitan, 
cuando el alma intacta permanece.
Desnuda mi mente, lo demás, con el tiempo cederá.
Convénceme de tu insistencia. 
Insiste en que me convencerás. 
Dime que valdrá la pena el sentir una vez más. 

Que esto es muerte sin tu vida.
¿Qué es la vida con tu adiós?
¿Cómo continuo esta 
trágica parodia de días, 
sin tu sonrisa, 
sin los vestigios tu amor?
¿Cómo creo en un regreso?
¿Cómo espero sin razón?
¿Cómo sobrevivo a las mañanas?
¿Cómo duermo al caer el sol?
¿Cómo sigo sin tus pasos?
¿Cómo renuevo el corazón?
¿Cómo vivo sin tu vida,
con el incesante recuerdo de tu adiós?
Extrañar lo que nunca estuvo. 
Recordar lo jamás sucedido.
Los besos que sus labios no me ofrecieron.
Aquellas palabras que no fueron más que suspiros, 
silencios letales, venenosos abismos.
Memorias de sombras sin luces.
La realidad se pierde, sólo recuerdo el olvido.
Ya ni mis sueños lo traen consigo.
Dejando atrás la melodía que despertaba
los vientos de la tarde, la tormenta de mis días. 

viernes, 25 de enero de 2013


Y si las luces se apagasen...
¿Tendrías el valor para en la oscuridad encenderlas?

Si las luces se apagasen...
¿Tendrías la astucia para a ciegas encontrarlas?

Si las luces se apagasen...
¿Te quedarías a oscuras?

Si las luces se apagasen...
¿Dónde estarías?

martes, 22 de enero de 2013


Yo lo evitaba para no caer.
Tú lo buscabas para superarle.
Para reiterar los vacíos, olvidarle.
Ahora en el abismo caigo, 
y tú, aún sin levantarte.
Y ahí nos encontramos.
Yo por leer antes, 
y tú, por hacerlo tarde.

domingo, 20 de enero de 2013



Que sea y nada más.
¿Por qué depender...
de mi, de alguien más?
Que sea como el aire.
Que se respire, sin pensar.
Sin esfuerzo ni tortura
ni amargura.
Que esté y sea,
sin miedo ni reproches.
Que se sienta y nada más.



(Inspirado por "Deseo", Federico García Lorca)

sábado, 5 de enero de 2013



Y si la luna se marchita 
será por el descuido de un amor.
Culparemos al silencio, 
si el color pierden los astros.
Las sombras hicieron el llamado.
La luz, me encadenó.
Y sin mucho afán, 
te adueñaste del viento.
Cautivaste sus pacificas, 
pero escurridizas ráfagas.
Y en una esfera de cristal
encerraste cada brisa de mi alma.
Dichosa condena la de eternamente permanecer en tus manos. Horrible la espera de que tus labios confiesen lo que tus ojos no callan.
No me dejes escapar, vuelve.Y aun viendo las ranuras, el viento se contiene.