martes, 9 de diciembre de 2014




Qué más alas que su ausencia,
qué más amor que el odio que queda.
Lluvia que no embriaga ni moja.
Sombra de luna y astros, sin alas.
Nubes que rodean el alma inmortal
de aquel que decide morir y resiste.
Qué más alas que las ganas de no volar.

sábado, 6 de diciembre de 2014



Me perdí, se inundaron las ventanas a causa de la magia en tus pupilas. 
No hay retorno ni motivo. 
Es tu piel, y tus manos en la mía. 
Me he perdido en la magia, en tus ojos, tu sonrisa. 

domingo, 16 de noviembre de 2014



 :








¿Cuál es la ausencia que está presente que impide el regreso de lo que nunca se fue?

¿Qué carencia poseo que mantiene lejos el que en mis entrañas habita? 

¿Qué silencio de gran estruendo hace falta para que hable su silencio que no calla y atormenta?

-Dudas del aire al agua-

viernes, 14 de noviembre de 2014


Daehyun Kim:












Volvemos al remoto lenguaje con el que entre números y horas callamos lo que gritan nuestras almas, la tuya: orgullosa, terca, cobarde; la mía: agotada, hastiada, mansa y rebelde.
Volvemos una vez más a hablar con silencios y ausencias, pausas prolongadas, y nada es dicho y todo se malinterpreta.
De vuelta al vacío de la adivinanza eterna del misterio que para mí supones, que para ti soy. 


Recuerdos como gotas que lentamente inundan aquellas ventanas que no se quieren abrir.
Recuerdos como polvo que no se marcha, que se niega a volar.
Recuerdos de hace un año que no concuerdan, que no se olvidan; como cenizas que aún queman, pero ya no arden.
Recuerdos de un ayer muerto, pero que se niega, no quiere partir. 

jueves, 6 de noviembre de 2014

Le Voyage Poétique de My lovely thing sur Les biscottes:









Rocas enjauladas, los astros colapsan tras mi sombra. Me niego a ser árbol, pero ya a mis alas le brotan hojas. En mi se posan otras aves confundidas, atraídas por el verdor de mi plumaje. 



Insisto, me niego, más ya es tarde, pronto tendré raíces y me veré enjaulada, aquí, fija, junto a las rocas, en constante sombra, viendo soles, lunas, estática.
Mi huracán llevaba tu nombre, PXNDX

miércoles, 29 de octubre de 2014


Quiero escribir, las palabras se resisten, se me escapan, ya no me pertenecen. A veces, me dan ganas, de sentir, vivir y se escapan con mis palabras tristes, prestadas, ahogadas de realidad, de este mundo que ya no quiero, que me rechaza sin razón ni motivo. Escapar yo con ellas, eso desearía. 
Quiero escribir, terminar con esta vida que no es mía, que como mis palabras, tampoco me pertenece, pero ¿a quién?
Soy del viento, de la espuma, soy un suspiro de ayer. Quiero y mis ganas se pierden en un pasado, en la duda de un tal vez, de un luego que jamás se hizo ahora, de un yo que no soy. 
Quiero escribir, quisiera, pero a veces me canso de todo, y no. 

viernes, 10 de octubre de 2014





Mi corazón te clama con urgencia y locura, induciendo al desastre, recurriendo a hechizos, y es que pienso o lo evito y no me queda nada que pueda perder. Le lloro a la luna entre suspiros repito tu nombre o lo que me queda de él. 

sábado, 4 de octubre de 2014




Yo no nací para estar viva.
Muerte es lo que respiro, son finales lo que sueño.
El día que muera, cuando mi alma sin vida yo no resista, ese será el día, el día que inicie mi vida.
Nací, nací para morir, moriré para vivir y renacer. 

Sweet Korean Drawings:









Te quiero, aún con las heridas.
Pero, te confieso, temo que mueras en mis brazos.
Que en lapso de un suspiro, 
lentamente, tu mano suelte mi mano.
Que tus ojos se cierren para jamás abrir.
Que tu alma se me escape, que me dejes el recuerdo con rastros de dolor.
Por más que te alejo para no sufrir, sufro tu ausencia.
Por más que muero al verte partir, observo cada uno de tus pasos.
En lo lejano, lo perdido, lo añorado, ahí te espero, te sueño.
Adiós.




Amy Borrell:










Poseo todos los nombres, pero ninguno me define, ninguno me titula.

Portadora de todos, más habito en este mundo ajeno sin definición alguna.

Incluso esto que soy, que afirmo ser, lo dudo.

Me limito, sin limitante alguna, a ser dueña de aquello, absolutamente todo aquello que no me posee, que no me define, que no me titula. 









Los fines de semana y las noches son de mi tristeza los aliados. Dos días, siete noches que inundan mi alma y sus ventanas de manera prolongada. Cuarenta y ocho, cuarenta horas por semana, suma y suma, lágrima y lágrima. Mientras, el eco de una pregunta muda retumba en la oscuridad de estas eternas semanas: ¿hasta cuándo?


Midnight Jazz - Artist: Toshio Ebine:

















Peces en el cielo me observan al llorar. 
Luna llena de melancolía me mira, y no hay consuelo, no estás. 
Sola junto a la ventana se inundan de agua de sal las ventanas de mi alma, peces en el cielo me miran llorar. 

domingo, 21 de septiembre de 2014

Quién eres, espectro amorfo que de mis sueños te apoderas, te adueñas de mi celestial refugio onírico, despojándome de mis patrones, mi ritmo, retomando al fin un danzar tan propio  de una hoja adherida al viento tibio de un verano color otoño, convirtiendo cada trazo en el dibujo de un demonio destrozado, condenado al olvido de la idealización de su amado ángel, habitante de lo celeste, de los cielos de éter púrpura que los separan más allá de toda tentación, sin amparo, sin justicia alguna. 
Quién eres fantasma carmesí, tú que entre nubes te presentas con rayos de luna, estrellas en tus manos; tú, que vienes y te vas, dejando un débil rastro de luces tenues que pronto se apagan, regresa, quédate una vez más. Fantasma, espectro nocturno, quédate en mis sueños, en mis cielos de éter púrpura y luna carmesí.  

jueves, 11 de septiembre de 2014



Este jueves con sabor a lunes.
Este tiempo con aroma a fin.
El color gris de las nubes
sobre el cielo azul que se torna carmesí. 
Sutil brisa de verano que empaña mi rostro lluvioso, estos días de tormenta se repiten cada año en las mismas épocas. Será que el otoño y sus hojas secas, su brisa color ocre me renueven el corazón, Puede que las tardes de sol tostado me calmen el alma tan angustiada durante la estación del sol. 

Pasan los días y se acercan las horas de un año atrás, aquellas en las que amé la vida, cuando me sentí volar. Horas que acabaron sin a penas disfrutar, deseando que jamás hubiesen terminado. 

Es el verano que enfría mis ganas, que congela y desgasta mis intenciones de vivir. Sólo me queda rogarle al otoño, a su brisa ocre que se apiade de mi. 


Recuerdos de octubre empañando este verano tan gris, no parecen míos, suspiros extraviados, ajenos, vistos desde otro plano al que no pertenezco.


No reconozco ni mi sombra, el espejo no muestra quien soy, sólo el cuerpo en el que habito. No olvido lo pasado, pero continua sintiéndose distante, robado, pausado, como de otra vida, otros ojos.

Este verano tan gris me recuerda las degradaciones anteriores, del más claro hasta el negro profundo, siendo igual, un patrón lejano que no es mío, pero ¿de quién?

sábado, 23 de agosto de 2014



¿A quién dedicaré mi último suspiro?
Cuando el día de pronto en oscuridad se torne, cuando el abismo en el que vivo no me regale el aire, cuando ya me canse de estar cansada de esperar: ¿a quién?
Cuál será el detonante final, la meta en la que inicié el fin de estos días que se pierden cada vez más.
¿Cuál será mi hora última, el número que dirá final en cada dígito?
¿Noche o día?
¿Domingo o jueves?
¿A quién, cuál, cómo, dónde?
Preguntas al viento del viento desde el viento.
Preguntó por preguntar, ya sé las respuestas. 


Y si las luces se destruyen, ¿de qué sirve despertar?
Despertar en un mundo a oscuras, lleno de sombras.
Sin otro sueño que permanecer en el sueño de luces, eternamente alumbrada, fuera de las tinieblas y los fantasmas que en ella habitan, y las sombras.
Sombras que olvidan, y no olvido, que me persiguen al morir las luces, en este mundo de fantasmas y tinieblas, ya no quiero despertar. 


Entonces es cuando ves, cuando te adentras, cuando la verdad te atrapa, ves que todo era ilusión, que mi rostro sonriente no es más que una máscara adherida a mis lágrimas, que poco a poco, bajo la profundidad de un suspiro se ve diluida por la sal. Creíste que sería pura alegría, decepción, sorpresa adolorida.
Caíste de alto en el profundo abismo del engaño, tras la sombra de un mar muerto, de un aire retenido en jaula de acero y cobre, lástima que no tuvieses las agallas de permanecer, de nadar en mis aguas, de sobrevolar mis cielos de éter púrpura, de cuidar de mi en estas noches oscuras.
Cuánto amor para retornar, para agradecer sutiles promesas de viento que no te detuvieron y te fuiste, te vas al jamás sin regreso.

sábado, 9 de agosto de 2014

Deja te conecto, Zoé
En estos días difíciles, en estas noches amargas en las que me miento, en los que me hago creer que ya todo está bien.
En estas horas eternas, en este tiempo que pasa y se siente, en estos momentos de tanto creer, poco saber, de tanto y tan poco esperar.
Esta época de llanto, de sombras y mentiras, de días sin vida, de noches vacías.
Este invierno tan oscuro, esta primavera tan sombría; las luces desaparecen, la oscuridad nos habita.
Este es el día, la noche, la hora, el tiempo, la época en la que miro atrás; olvido y no puedo, intento seguir y tropiezo.
El momento en el que un rostro, una caricia, una mano, un recuerdo me limita, me rompe, me despelleja viva. Un alguien que no se distingue, un lugar que se ha ido, un instante muerto, un alma, la mía, que ha partido. 

Mis instintos me provocan a probar,
 a experimentar lo vacío e 
irreal de algo del momento.
De un beso sin futuro, 
de una caricia sin aprecio.
Degustar lo carnal de 
una noche sin el día, 
de una mirada sin ternura, 
pura pasión.
Instantes de lujuria, 
de amor fingido.
Mis instintos y su curiosidad.
¿Qué tan mal podría resultar?
Me atrae el riesgo, 
el no saber lo que se espera, 
el margen de posibles errores y aciertos.
Me agrada lo desconocido 
y el experimento que conlleva su prueba.
La expectativa, y el conocer, la intriga.




Te doy lo absurdo de un instante,
la vacía promesa de un tal vez.
Te ofrezco un momento silente,
el roce efímero de unos labios de miel.
Te entrego un poco de mí,
un trozo de cuerpo, 
y un tanto menos de mi alma.
Un poco de todo o nada de nada.

Nada se siente, sólo un vacío. 
Nada se cree, sólo un abismo.
Ecos de risas fantasmas retumban en
mi habitación.
Sonrisas de seres que deambulan uno junto al otro sin tocarse. 


Esta es la hora en que te recuerdo.
Es este el momento en que me deshago.
Extrañar tu presencia cuando respiro,
quererte a mi lado (inhalo, exhalo).
Es que aún no sé cómo se olvida,
y sigo sin creer que hayas olvidado.
Es este el instante en el que te pienso.
Este es el punto en que mi memoria se ha trabado. 

Ya vendrán nuevas páginas.
Ya vendrán nuevos lienzos.
No puedo evitar mirar más allá de este hoy tan vacío.
Cada inicio tiene un final.
Cada final viene proseguido de un inicio.
¡Qué inútil es la vida!
Busca confundirme y no.
No logra esconder sus secretos.
Todo es lo mismo.
Patrones, círculos.
Tras estas líneas, vendrán otras. 



Justo cuando intento considerarlo, cuando hago vanas promesas de resignación forzada, justo en ese instante, un destello de luz es emanado por sus ojos.
Y es en ese preciso momento que se viene abajo todo intento vano, toda promesa forzada, olvido cada palabra, justo después de que haya pronunciado las suyas.
Mi resignación se ve resignada, y vuelvo al punto final, donde todo empezó cuando terminó. 

Algo se quiebra, algo se pierde en la brisa de un otoño marchito.
En el frío paisaje solitario de un invierno tardío.
Es la primavera la que promete, la que con sus lluvias te devuelve a las áridas memorias del ayer.
Algo perdido insinúa regresar con las flores en la ventana.
Es este día, es el mañana, el que vislumbra nuevos soles de verano, las lunas carmesí que creíamos olvidadas.
Hoy, mañana, retornan. 

Tus números, que espían, 
me mintieron.
Prometiste un reencuentro 
y no llegaste.
Sin palabras, 
hablaste en silencio.
Te espero, y Benedetti 
me repite lo idiota que soy.
Te espero, en silencio,
pues no hablas.
Tus números mintieron; 
sin palabras, hablaste.
Y ahora en silencio, 
recuerdo lo idiota que soy,
pues te espero, 
con o sin números, sin palabras,
y no llegas, 
tal y como Benedetti me lo advirtió.


¿Cuánto tiempo permanece en tu rostro aquella sonrisa que finges para la foto?
¿Cuánto tiempo transcurre desde tu última lágrima hasta este preciso instante?
¿Cuántas veces deseaste escapar, olvidar, morir en el día de hoy?
¿A cuántas lágrimas equivale una sonrisa?
¿Cuánto se tarda en olvidar?
El tiempo es un recuerdo que nos persigue sin tener a dónde escapar. 

martes, 1 de julio de 2014



Todo se deshace mucho antes de ser reconstruido.
Antes de terminar, ya había sido previsto este reinicio.
Uno que no ocurrirá, pero siempre estará presente.
Entre ruinas de un final no acabado, reviviremos eternamente la muerte de este amor.
Este que se acabo sin terminar, y que empieza sin lograr reiniciar.

Dos que se miran.
Se miran dos, uno frente al otro.
Dos se miran de frente y nada dicen.
Nada dicen esos dos.
El silencio de frente, y se miran.
Los dos se miran en silencio.
Frente al silencio, uno.
Frente al silencio, dos.
Nada se dicen dos en silencio, uno
frente al otro y se miran.
Se miran dos en silencio, nada dicen.
Nada en silencio dicen los dos que se miran.
Cambian de amor como de zapatos.
Como si no fuéramos seres de recuerdo e historia.
Como si nada importase.
Como si nada valiese.
Los cambian a todas horas, a cada instante.
¿Cómo lo hacen, cómo lo logran?
Los clavos son mitos, me dan asco.
El olvido me resulta falso.
¿Cómo? ¿Cómo lo cambian?
Como si fuese un par de zapatos. 


Soy creadora de una realidad que no existe, que es absurda.
Ilógica.
Tan irreal que no fluye, que se estanca.
Repetitiva.
Siempre las mismas palabras, los
mismos escenarios.
Monótona.
Digo tus frases, y las mías.
Son míos los diálogos, son tuyas las
respuestas, pero son mías.
Utópica.


YA NADA EXISTE, PORQUE FUE DESTRUIDA ANTES DE CREARSE. 

miércoles, 11 de junio de 2014


Si hubiese sabido que ese sería nuestro último beso, me lo hubiese guardado,guardado para otra ocasión, este tiempo donde me haces tanta falta.

Lo tendría oculto, en un sitio que fuese sólo mío. Lo usaría de a poco para no gastarlo, un tantito cada día, cada mes.
Si hubiese sabido, me lo guardo.
Lo atesoro, jamás lo acabo.
Si hubiese sabido, pero no supe. 
"Que me piense, que me recuerde."
Lanzo al aire esta oración, una especie de conjuro, de hechizo, de susurro y suspiro.
A quien la escuche, a quien la cumpla.
Al viento, al dios, que de vez en cuando, creo.
A ese que sé que me conoce lo suficiente y no se ofende ante mi duda.
A la luna, a los astros, que son dios, que dios es cada uno de ellos.
"Que me piense, que me recuerde, que en sus sueños, mi imagen, mi nombre, mis besos lo tienten, lo mimen, que sienta y desee, que me quiera."
Me lo repito una y otra vez.
"Que no me olvide."
Le ruego al viento, le recalco.
"Que en esta noche me recuerde, que hoy me piense a cada instante."
AMËN (en silencio suspiro).



Un lenguaje coincidencial de números.
Así como cuando se habla con un fantasma, con una sombra.
Diciendo palabras (números, pistas, señas) que pueden sean
recibidas o no.
Hay muchas probabilidades de que no.
No obstante, seguimos charlando entre sombras y fantasmas, con
palabras mudas, con números, pistas y señas, nos decimos todo,
tanto, sin decirnos absolutamente nada. 

viernes, 6 de junio de 2014

Te veo, Lasso
Tantos temores consumados en un sólo nombre.
Un nombre tan simple que es capaz de deshacer y construir con sus letras un sinfín de emociones.
Ese que es pronunciado en un suspiro, y acorta la complejidad de quien lo porta sin dejar de mostrar y ocultar el misterio de su alma.
Líneas sutiles, vocablos sublimes, todo abarcado en una sola palabra, que es exclamada y desarma cada uno de mis sentidos.
Tantos temores... Tantas verdades, y realidades ilusorias que creo para no olvidar, quizás para dejar de recordar. Recordar cada trazo que define y forma el nombre de quien redefine y reforma un trozo de mi al pronunciar, con su voz tan clara, mi nombre.


El amor no es nada, a veces.
El amor lo es todo, a veces.
Y existe cuando nos enamoramos.
Y desaparece al desilusionarnos.
Crece por tiempos, de diferentes formas,
medidas y poemas.
Vive y muere.
Es y no, está y se escapa.
Amor, amor eres tu amor,
y tú, tú eres yo...
Amor, amor somos los dos. 

No mezcles,
no emulsiones,
tus sentires,
tus instintos,
tus suposiciones.
No diluyas,
lo que crees,
lo que esperas,
lo que es.
Deja todo tal cual,
todo en su lugar.
Cada parte individual,
todo a parte,
sin mezclar.

Dame el instante que no posees.Te doy mi alma que no es mía.
Y si quieres también, el beso de aquel que en mis labios aún habita.
Yo te pido los que guardas, los de amores pasados, los de los queridos,
los de los olvidados, los que no llegaste a amar.
Te doy un trozo de mi cuerpo, o hasta donde me convenzas llegar. 
También, si quieres te doy de mis momentos, de mis caricias, de mis manos en tu pelo. 
Sólo si lo pides, te daré mi sentir, mi opinión sobre lo que siento hacia ti. Y si no, dedúcelo, invéntalo, suponlo. 
Dame de tu memoria, un tanto, y tus sonrisas, lágrimas, enojos, dame de tu ira, créeme que te daré la mía a cambio. 
Dame tu hombro, tan sólo, de vez en cuando, y un poco de tus oídos. 
Y jamás me niegues tu boca, tu lengua, tus palabras...

Quizás yo (ya) no creo en la primavera.
Puede que el invierno haya congelado mis entrañas.
Quizás los mejores recuerdos no sean del verano, si no de nuestro otoño, de aquellos besos tibios, de las caricias ocre, de tu sangre con la mía en la oscuridad de un atardecer.
Quizás ya (yo) no creo en la primavera ni en el florecer de los nuevos pistilos.
Puede que en ti muera esta urgencia de conocer, estas ganas de saber cuál es el aroma de tu piel al caer la tarde.
Quizás en ti olvide los besos de ayer, y muera en tu cuerpo florecido.
Quizás no creo, ven y hazme creer en esta dulce primavera que te envuelve.

sábado, 10 de mayo de 2014



Esta inocencia tan macabra.
Que busca morir, que quiere ser aniquilada.
Viva a medias habita en un ser sin alma.
Esta inocencia tan ninfomaníaca.
Que le huye a la vida, pero no se deja matar.
Esta inocencia, una de estas noches, morirá. 
Esta realidad que no existe. 
Este universo fruto de la nada.
Este instante imaginario. 
Esa, tu memoria: ese, tu engaño.
Esto que ves, no es.
Eso que verás, tampoco.
Esto que ha sido, nunca fue.
Todo desaparecerá cuando
cierres los ojos. 

jueves, 27 de marzo de 2014




Eres la copia de un deseo que no se cumple 
y no deseo ver cumplir.
Eres la ilusión de quien quiero que seas,
y por eso deseo no quererte desear, 
no desearte querer.
Eres quien quiero 
y quien quiero no querer. 

miércoles, 26 de marzo de 2014



Poco queda cuando palabras no quedan.
Cuando han sido reemplazadas por otras.
Se desvanecen, se vuelven aire.
Poco queda, sin forma de recuperar, de remunerar los silencios de estos vacíos, abismos, tumbas.
Almas inanimadas deambulan en la penumbra de un eco mudo.
Poco queda, de dónde se busca lo que no está.
Lo perdido entre mutes repetidos, sujetos obviados, adverbios callados, oraciones incompletas.
Tanto nuevo desconocido, tan pasado que se olvidará, y el presente se ahoga, se ahoga en un suspiro silente, que grita y llora.
También reclama las palabras que no quedan, que nunca nada volverá a ser igual. 
ESTO ES AMOR (Para mis ojos, mi hígado)


Confiar lo suficiente como para callar, como para gritar.
Sin miedos ni dudas de lo que el futuro traiga, de las reacciones provocadas.
Peleas, insultos, mentiras, decepciones y aún así saber que el compromiso es más fuerte que todo.
No temer a las despedidas, sabiendo a plena alma que habrán reencuentros.
Abrir todo rincón, cada puerta y ventana; dejarse habitar, ser recorrido sin ataduras.
Esto es amor, confiar y no temer.
Estar totalmente desnudo y no sentir pudor.
Sentirse, decirse, saberse todo y aún querer estar.
Compromiso, disposición y entrega.
Callar y gritar, eso es amor.
Amor verdadero. 

sábado, 15 de marzo de 2014





Es injusto estar atado a quien ha desechado todo recuerdo.
Quien ha afirmado no desear estar más.
Es injusto sentir por quien olvida.
Por quien prosigue dejando todo atrás.
Es injusto amar sin ser amado.
Es injusto no lograr olvidar.