domingo, 21 de septiembre de 2014

Quién eres, espectro amorfo que de mis sueños te apoderas, te adueñas de mi celestial refugio onírico, despojándome de mis patrones, mi ritmo, retomando al fin un danzar tan propio  de una hoja adherida al viento tibio de un verano color otoño, convirtiendo cada trazo en el dibujo de un demonio destrozado, condenado al olvido de la idealización de su amado ángel, habitante de lo celeste, de los cielos de éter púrpura que los separan más allá de toda tentación, sin amparo, sin justicia alguna. 
Quién eres fantasma carmesí, tú que entre nubes te presentas con rayos de luna, estrellas en tus manos; tú, que vienes y te vas, dejando un débil rastro de luces tenues que pronto se apagan, regresa, quédate una vez más. Fantasma, espectro nocturno, quédate en mis sueños, en mis cielos de éter púrpura y luna carmesí.  

jueves, 11 de septiembre de 2014



Este jueves con sabor a lunes.
Este tiempo con aroma a fin.
El color gris de las nubes
sobre el cielo azul que se torna carmesí. 
Sutil brisa de verano que empaña mi rostro lluvioso, estos días de tormenta se repiten cada año en las mismas épocas. Será que el otoño y sus hojas secas, su brisa color ocre me renueven el corazón, Puede que las tardes de sol tostado me calmen el alma tan angustiada durante la estación del sol. 

Pasan los días y se acercan las horas de un año atrás, aquellas en las que amé la vida, cuando me sentí volar. Horas que acabaron sin a penas disfrutar, deseando que jamás hubiesen terminado. 

Es el verano que enfría mis ganas, que congela y desgasta mis intenciones de vivir. Sólo me queda rogarle al otoño, a su brisa ocre que se apiade de mi. 


Recuerdos de octubre empañando este verano tan gris, no parecen míos, suspiros extraviados, ajenos, vistos desde otro plano al que no pertenezco.


No reconozco ni mi sombra, el espejo no muestra quien soy, sólo el cuerpo en el que habito. No olvido lo pasado, pero continua sintiéndose distante, robado, pausado, como de otra vida, otros ojos.

Este verano tan gris me recuerda las degradaciones anteriores, del más claro hasta el negro profundo, siendo igual, un patrón lejano que no es mío, pero ¿de quién?