martes, 11 de julio de 2017



Tocas piezas de un pasado no tan incierto que me persigue. 
Me vuelvo agua, se derriten mis ojos, me vuelvo nada.
El limbo de eterna intranquilidad, la tómbola de recuerdos que desaparecen, pero están, nunca se van.
Esos que en las noches vulgares, retornan y transforman el aire.
De aire a agua, de agua a nada.
Un pasado que desearía fuera incierto, lejano, olvidado, pasado.
Ese que en las noches más claras me desaparece con él.