jueves, 29 de agosto de 2013




A la voz, a su voz.
Aquella que no calla, 
entre tantas voces.
No cesa. Silente. 
A la que un día, 
se le escapó en un susurro, 
el verso de un poeta.
Melodías de amor, de promesas.
A su voz, tan igual.
Aquella voz, distinta, tan discreta. 
Que buscaba, sin buscarlo, 
que en ella me perdiera.
En un danzar perfecto de cuerdas, 
desapareció con ella,
 mi nombre, mi memoria, mis penas. 

martes, 6 de agosto de 2013



Ascender al infinito por la escalera en espiral.
La dama que observa y me busca se ha apartado, cambiado, la dejo atrás. 
En el viento ya no caben sus pesadas vestimentas, tanto cargaba, ahora sin nada se queda. 
Ella ya no está, ella no sabe; desconoce lo que crece, algo se transforma, que cambia y se destruye. 
Un sentir entre odio y melancolía, algo que se pinta entre rencor y "te extraño", ocultando un "te quise".
En una llamada, la pienso, mi confidente olvidada. Raptada ha sido, no está, no volverá. 


Me han vendido sueños de falsos finales: 
Un sinnúmero de apocalipsis, paros generales, fechas letales.
Entre tantas mentiras, nada se desata, todo permanece inmóvil. 
El caos acostumbrado no se detiene, no se transforma. 
Necesito un cambio para el constante movimiento invariable, me desgasto. 
Y una vez más, los instantes se alargan convirtiéndose en eternos momentos sin paz a la espera de otro final que no empieza, que no termina todo.