Neblina que te esfumas tan rápido como mis latidos al encontrar tus ojos en una gran multitud.
Ya perdí el sentir de las horas. Lejos se encuentra mi noción del tiempo.
Tus ojos me son arrebatados por el minutero. Su triste melodía me recuerda el rostro que jamás poseí. La esencia que no tuve la dicha de percibir.
La rapidez con que te adentraste, y más aún con la que te alejaste.
Dejando en los brazos de la nada, mi alma malherida.
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