Tu recuerdo viene con la luna, reflejo y sombra de esta noche no tan oscura.
Veintiocho soles vislumbraron mis ventanas sin que por ellas tú te asomes.
Luna, sólo una, esa que completa nos espía en sueños y trasnoches; la que me hace repetir tu nombre como eco en el vacío y recordarte, esperarte, desesperarme.
Tu recuerdo viene, tú dónde andas.
Le reclamo a la espía, la que ha presenciado el esplendor de nuestras sombras conjugadas, que regreses a mi tu alma y su envolvente, el trozo de ti que me ama, o lo finge como dios, como hada.
Tu recuerdo viene, me acompaña junto a la luna que se asoma, desespero, tú dónde andas.