No me creas santa, pulcra.
Cada uno de mis errores
terminarán derrumbando
el absurdo pedestal.
No apuestes a mi, a ciegas.
Abre los ojos, entérate,
mi inocencia está a medias,
mi pureza a penas
la logro recordar.
No me creas perfecta,
mira, carne y huesos me componen,
Cada uno de mis errores
han de derrumbar el pedestal.
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