Lo extraño, con (casi) todas mis fuerzas.
Cómo desearía estar a su lado,
en su defecto, en su mente (su corazón),
como antes lo estaba.
Me aterra y emociona el paso de los días,
lo mucho y tan poco que falta para este reencuentro tan anhelado, que he soñado cada noche desde ese noviembre pasado.
Que llegue ya el día en que sus brazos rodeen mi alma,
y en un beso me confirme que la pena lo valió.
Lo quiero, lo extraño.
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