Y sin quererlo,
he escrito tu nombre en mis venas.
En el vano intento de borrarlo, más profundo se grabó.
Sin entenderte, he comprendido el secreto de tus pupilas.
Y ahora busco una salida,
una pócima que reviva tu adolorido corazón
y me libre de tus lágrimas.
El teatro que montas al brindar una sonrisa.
La facilidad con que cae el telón.
Ocultando toda tu esencia.
No dejas alumbrar la luz del sol,
ni le muestras tus secretos a la luna.
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