lunes, 15 de octubre de 2012



Aunque siempre supe donde estabas, 
por un tiempo te perdí.
Y no te dejaré ir ahora que creo.
Minutos efímeros que se convierten en horas.
Ya no basta con el recuerdo de tu sombra.
Quiero tus ojos en mis pupilas.
El roce de tu mano sobre la mía.
En mi piel, el calor de tus labios.
Retener lo que no se sostiene.
Que por accidente todo ocurra.
Que intencionalmente, se mantenga.
No te vayas de mi lado.
Tu ausencia debilita mi sentir.
Tempestad interna provocas.
Quédate, no te quiero ver partir.
Sufriré en silencio tu ida.
En mi mente gritaré tu nombre
 hasta que escuches.
Sostén mi mano una vez más.
Promete que estarás.

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