O que tal, una noche...
¿O prefieres madrugada?
Una hora, la que más te convenga.
En un instante.
En un letargo.
Dormirás en mis sueños.
Despertaré en tus brazos.
Y así, permaneceremos.
Sin importar quien nazca,
quien caiga,
si amanecer u ocaso.
Y un día, sin hora,
nos perderemos al encontrarnos.
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