En la profundidad
de la tierra sin viento
se ahoga mi cuerpo.
Siento la sal corroer mis huesos,
mi alma, mi cielo.
Desde lejos, viendo sin mirar.
En el tiempo se inmortalizan.
tan sólo dos instantes.
Sólo tus ojos, tu recuerdo
perdiéndose junto conmigo.
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