Malditos sean tus ojos que con una tierna mirada, me ofrecieron la pasión de tus labios.
Malditos tus labios, que me mintieron, me robaron el aliento, una y otra vez.
Malditos tu falso amor, tus malditos ¨te quiero¨, tus manos, tu cabello.
Maldito tu recuerdo, que un tiempo puede que no afecte, y quizás, bendiga.
Maldito lo efímero, malditas las promesas.
Maldita tu sonrisa tras la mía, el roce de tus dedos, cada instante junto a ti, en tus brazos.
Maldito el principio, maldito el final.
Malditas las excusas, tu regreso, tu partida.
Maldito el aprecio que aún te tengo y el hecho de que te tendré que recordar.
Maldito seas, porque aún te quiero.
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