Tus números, que espían,
me mintieron.
Prometiste un reencuentro
y no llegaste.
Sin palabras,
hablaste en silencio.
Te espero, y Benedetti
me repite lo idiota que soy.
Te espero, en silencio,
pues no hablas.
Tus números mintieron;
sin palabras, hablaste.
Y ahora en silencio,
recuerdo lo idiota que soy,
pues te espero,
con o sin números, sin palabras,
y no llegas,
tal y como Benedetti me lo advirtió.
me mintieron.
Prometiste un reencuentro
y no llegaste.
Sin palabras,
hablaste en silencio.
Te espero, y Benedetti
me repite lo idiota que soy.
Te espero, en silencio,
pues no hablas.
Tus números mintieron;
sin palabras, hablaste.
Y ahora en silencio,
recuerdo lo idiota que soy,
pues te espero,
con o sin números, sin palabras,
y no llegas,
tal y como Benedetti me lo advirtió.
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