martes, 30 de julio de 2013





El problema estuvo en pensarlo árbol.
Creer que el colibrí de pronto echaría raíces.
Confundir sus alas con ramas copadas de hojas, no siendo más que el esplendor de su nómada plumaje.
Inútil esperar que estático en la tierra se quedara, cuando tan sólo un instante buscaba descansar.
Descenso y ascenso, un beso y adiós, emprendió vuelo sin miedo ni remordimiento de lo que atrás quedó.

lunes, 29 de julio de 2013




Estrella colisionada.
Miles de trozos de realidad
 incrustados en el alma.
Meteorito al atardecer, 
total de víctimas: 
uno de dos. 
Cómo resistí tu existencia, 
cómo negué tu naturaleza.
Ignorando premoniciones, 
silenciado voces.
Tu impacto, muerte espiritual. 
Abriendo los ojos durante la pesadilla, 
visualizo todo con claridad.
Enfrentando las llamas,
quemándome, falsa sonrisa.
Tan dulce, ardo en fuego, 
tan sublime, en cenizas vuelo.




Aquello oculto que no ves, 
y a la vista lo que te niegas a creer,
todo presente en el mismo plano.
El reloj ya te ha marcado, 
se hace tarde para el ayer.
Ahora crees esas ilusiones, 
aquellas mal dibujadas, 
vulgarmente aceptadas 
como verdades impugnables.
Ya no hay escapatoria
ni escondite alguno.
Para estas horas,
en algún lugar amanece.



martes, 23 de julio de 2013



Y busco, 
busco mi reflejo, 
mi reflejo distorsionado.
Busco mis carencias en otro plano, 
mis excesos, mis delirios refractados.
Busco mi espejo, 
mi reflejo en un río en movimiento. 
Me busco, 
me busco a mi en otro, 
a mi en otro ser reflejado. 
Me encuentro, 
en el arroyo,
en el reflejo del arroyo me encuentro, 
siendo yo, siendo aquel, 
uno y ambos, encontrados. 

sábado, 13 de julio de 2013




Es diferente.
Algo distinto se siente en la brisa de un sábado.
Un aire de paz con sabor amargo.
Un algo y un no-sé-qué de color opaco, 
de áspera sutileza. 
No es quietud, no parece violeta; 
quizá algo menos, de seguro algo más. 
Sin duda, algo diferente, 
algo distinto a todos las demás brisas
que en la semana vienen y van.