Algo constante, algo silente.
Por qué te consumes, por qué te aligeras.
Quiero un ancla que me hunda, me sumerja.
Profundidades oceánicas, vientos de tormenta.
Aquello que mueva, que destruya a pedazos y reconstruya con piezas nuevas.
Y vuelva de mi un arroyo cuya corriente jamás se detenga, un híbrido, una mágica mezcla.
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