Y durante la fragmentación de la luna, observo el lienzo que cubre mi ser. Busco en él un destello que simbolice tu rostro. Necesito olvidar para empezar a recordar. En medio del danzar de mis pensamientos, te acercas, me congelas. Niego a todo pulmón, silencio cada palabra, evito sentir el palpitar de tu corazón. Me rodeas, tal como el barro lo hace en las rocas del pantano de inseguridades. De pronto, me sumerges. Me muestras el mar secreto que ocultas en tus ojos. Toda clase de criaturas me son reveladas. Y ya de vuelta en la orilla, donde me encontraste. En aquel muelle sin salida, me detienes a creer, me empiezas a querer. Yo sólo espero por el instante en que huirás, siempre lo haces. Pero mientras llegue, observo cada detalle de tu todo, lo esencial, tu ser.
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