A mentiras y miel saben tus besos,
aquellos que diste, los que prometiste dar.
Dulce condena vive la que te espera,
que añora y te quiere sin la certeza de que regresarás.
Sal y canela corre en tus venas,
dulce la pena de la que espera,
añora y quiere a quien no regresará.
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