Para cuando vuelvas y las memorias de la luz se tornen algo más allá que éste nada, tan vacío y recurrente.
Para cuando decidas que el calor de los besos dados fue y será mil soles más amorosos que los que hoy te son dados.
Para cuando sean tuyas mis manos, mi vientre, mis besos, mi alma; para ese entonces seguirá el mismo viento avivando tu fuego marciano.
Para cuando decidas que el calor de los besos dados fue y será mil soles más amorosos que los que hoy te son dados.
Para cuando sean tuyas mis manos, mi vientre, mis besos, mi alma; para ese entonces seguirá el mismo viento avivando tu fuego marciano.
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