Eres, Café Tacvba
Se que voy a quererte sin preguntas, se que vas a quererme sin respuestas. *Mario Benedetti*
lunes, 28 de diciembre de 2015
domingo, 20 de diciembre de 2015
Un tropiezo más a mi colección titulada vida.
Una caída más, no tan dolorosa
debo reconocer.
Tal vez ya me da igual,
tantas veces he llorado por aquello
que puede que quiera,
que esto que no creo querer, no me
afecte en realidad.
Es extraño, es confuso,
y no sé que esperar.
Un tropiezo más,
ya me acostumbro al dolor que es
supuestamente querer.
Puede que, ya me de igual.
jueves, 3 de diciembre de 2015
Es tan corto el tiempo, tan densa la distancia, pero por instantes se me olvida el inmenso mar, toda el agua y te veo tan cercano, aquí entre mis brazos.
Te creo mio, te quiero mio, te quiero aquí o, en su defecto, me quiero allá, me quiero tuya. Nos sueño juntos en un aeropuerto sin destinos, te siento conmigo, yo junto a ti.
Es tan corto el tiempo, creo que te conozco de otras vidas, temo que esta no alcanzará.
martes, 17 de noviembre de 2015
Lo quiero, eso creo, es me estoy permitiendo sentir, No obstante, un sentimiento de angustia me arropa, ¿será que resulte?
¿Qué pasará pasado mañana?
Él me quiere, y es tan extraño sentirse querida por alguien que, a pesar del poco tiempo, no considero un extraño.
Alguien que siento conozco de más de una vida, que nos perdimos y volvimos a encontrar coincidencia espacial, milagro temporal. ¿Quién diría?
Las predicciones advirtieron, pero lo más importante fueron las nuestras, nuestras miradas, nuestros labios.
Lo quiero y me quiere, y qué lindo es poder sentir sin miedo al olvido.
miércoles, 16 de septiembre de 2015
No sé si te extraño o te detesto, puede que un poco de ambos.
¿Adónde fue el entusiasmo de hace un mes?
¿Quién recibe mis corazones de colores?
Me mentiría si asumo que he tomado la mejor decisión, pero recuerdo alguna vez dicho, al fantasma que evocas precisamente, que no existen las buenas o malas decisiones, simplemente decisiones.
Mi intuición dice tiempo. TIEMPO AL TIEMPO.
Mi impulsividad me reta, desespero.
¿Cómo es que logran todos mis amores, si es que así me atrevo a llamarlos, inspirarme a escribir?
Volviendo al caso, no sé si te detesto, te extraño o un poco de ambos.
De lo que si tengo certeza es del deseo inmenso que tengo de que me busques, me hables, recuerdes que estoy, con o sin el entusiasmo primero, ese que olvidaste y alegas no haber tenido, no ser parte de ti.
Por favor escúchame, escúchate.
A gritos te digo, te pido, te ruego paz y calma.
Que esperes, que puedas, que lo hagas.
Lo oculto esta explícito, ya todo te fue, te es dicho.
Sólo basta esperar, con paz, con calma.
Deja que fluya el viento, que corran las aguas, confía en el tiempo, que a su tiempo nunca te ha fallado.
Es un chocar de ritmos, de estilos, de costumbres, de vidas, claro que ha de tardar en calmar el caos,
Respira, fluye, que lo que es ha de ser, y seguir siendo sin prisas, sin pausas.
TO BE CONTINUED...
miércoles, 26 de agosto de 2015
He muerto y regresado.
He muerto en cada una de mis vidas.
Vidas en cada año, cada etapa.
He muerto a cada amor, a cada tiempo,
que con o sin tiempo se consume.
He muerto, regresado, muerto otra vez.
El ciclo eterno de mi muerte es la vida,
y el espacio entre cada una de ellas.
Vidas que se van y vuelven,
Esperan y retornan con nuevas lunas, diferentes soles,
una lluvia pausada y constante que me persigue hasta la muerte,
todas y cada una.
martes, 25 de agosto de 2015
La desesperación, la melancolía ha partido. Con ella se ha llevado mi inspiración.
¿Dónde se esconden esas palabras si no tras una lágrima que se niega, que se olvidó?
De tanta paz me pierdo, se diluye mi espíritu, cuando no era más mi esencia que la tristeza, y un tono de gris oscuro mi aura.
El dolor ha partido, pero extraño mis palabras, esos diálogos suicidas conmigo misma.
¡Cuán profundos y conmovedores eras aquellos escritos resultados de ventanas inundadas, del vacío de mi alma!
Poco queda en esta paz nula, en esta serenidad tan sosa, pura calma: silente, muda.
Más, quizás la prefiera, prefiero despertar sin sentir que una pesadilla prosigue, el sonreír sin forzarlo,
el poder sentir sin culpa, sin miedo de que se desvanecerá.
Miedo, ya no me asusta despertar.
A cambio de la paz nula he vendido mis ansiedades, mi nostalgia, mis palabras.
¿Dónde se esconden esas palabras si no tras una lágrima que se niega, que se olvidó?
De tanta paz me pierdo, se diluye mi espíritu, cuando no era más mi esencia que la tristeza, y un tono de gris oscuro mi aura.
El dolor ha partido, pero extraño mis palabras, esos diálogos suicidas conmigo misma.
¡Cuán profundos y conmovedores eras aquellos escritos resultados de ventanas inundadas, del vacío de mi alma!
Poco queda en esta paz nula, en esta serenidad tan sosa, pura calma: silente, muda.
Más, quizás la prefiera, prefiero despertar sin sentir que una pesadilla prosigue, el sonreír sin forzarlo,
el poder sentir sin culpa, sin miedo de que se desvanecerá.
Miedo, ya no me asusta despertar.
A cambio de la paz nula he vendido mis ansiedades, mi nostalgia, mis palabras.
No soy yo, eres tú.
¿Quién diría que provocarías tales tormentas?
Es tu alma reflejo, me asusta el miedo mismo.
Me engaño en la mentira de creer en la eternidad.
Me deslumbra la luz que ocultas muy dentro y pretendes ignorar.
Si te digo que te adoro, miento; parece ser algo más.
Dulce es el agobio, irritante es esperar.
Suponer que me acorralas, cuando sabemos que desde siglos atrás era tuya.
Tuya, incompleta.
Tuya, y de otros más.
Pero resultas ser, eres en totalidad y en trozos algo que hace mucho perdí y olvidé.
Alguien que no sabe, y aun así entiende.
Las palabras brotan como agua en fuente, como el fuego que arde, y con y sin intensiones avivas.
Mareas y tormenta eres, mar en calma.
No esperes de mi calma, cuando eres quien ata y desata mi pobre alma embravecida.
¿Quién diría que provocarías tales tormentas?
Es tu alma reflejo, me asusta el miedo mismo.
Me engaño en la mentira de creer en la eternidad.
Me deslumbra la luz que ocultas muy dentro y pretendes ignorar.
Si te digo que te adoro, miento; parece ser algo más.
Dulce es el agobio, irritante es esperar.
Suponer que me acorralas, cuando sabemos que desde siglos atrás era tuya.
Tuya, incompleta.
Tuya, y de otros más.
Pero resultas ser, eres en totalidad y en trozos algo que hace mucho perdí y olvidé.
Alguien que no sabe, y aun así entiende.
Las palabras brotan como agua en fuente, como el fuego que arde, y con y sin intensiones avivas.
Mareas y tormenta eres, mar en calma.
No esperes de mi calma, cuando eres quien ata y desata mi pobre alma embravecida.
Esta puta inocencia, santo libertinaje.
¿A dónde paremos sin nada de equipaje?
¿Será que finges, serás sincero?
Tengo miedo y me aterra, le temo a la verdad.
Anhelo y repudio, amor y odio.
Maldita ilusión que adoro, que detesto.
¿A quién escucho? El ayer me dice no.
El futuro es incierto,
y puede que el ahora me engañe.
Él, ahora, me engañe, quizás.
¿Qué hago? Ya estoy sufriendo.
¿Será que finges, serás sincero?
Tengo miedo y me aterra, le temo a la verdad.
Anhelo y repudio, amor y odio.
Maldita ilusión que adoro, que detesto.
¿A quién escucho? El ayer me dice no.
El futuro es incierto,
y puede que el ahora me engañe.
Él, ahora, me engañe, quizás.
¿Qué hago? Ya estoy sufriendo.
No, no juegues con mi corazón, que aunque no lo admita y parezca lo contrario, le encanta perder y rendirse.
No, no nos tentemos, que bien Benedetti lo advirtió. Es frágil el vínculo, estamos propensos al olvido, al adiós. Dos seres melancólicos, sedientos de amor.
No, no creas que no te quiero, es miedo el freno. No creas que no quiero, pero ¿quieres tú tanto como yo?
Mejor no, no juegues con mi corazón, que aunque fuerte lo veas, la que lleva las de perder soy yo.
El vestigio de tus labios me atormenta.
Maldito el beso que es recuerdo, ayer.
Aclaman mis manos tu piel.
Aquel que es deseo.
Aquel que es nostalgia.
Aquel que olvidé.
Aquel que me extraña.
Incluso a los futuros fantasmas.
Esos que sin morir, acechan.
Caricias dadas: pasadas, anheladas.
Corazón de hielo, memoria mansa.
Deseos al viento, sueños del alma.
lunes, 1 de junio de 2015
No me creas santa, pulcra.
Cada uno de mis errores
terminarán derrumbando
el absurdo pedestal.
No apuestes a mi, a ciegas.
Abre los ojos, entérate,
mi inocencia está a medias,
mi pureza a penas
la logro recordar.
No me creas perfecta,
mira, carne y huesos me componen,
Cada uno de mis errores
han de derrumbar el pedestal.
jueves, 7 de mayo de 2015
Nube temporal te tornas, fuego que hace poco ardías. Se apagó la llama, cenizas te vuelves. Quién sabe si regresas, si el aire que no te contuvo en el fondo te cautivó.
No te espero, pero te reservo un lugar en el viento.
No te miento, fuiste (eres) más de lo que supuse y pretendí. Mientras, serás nube y cenizas, un intenso recuerdo, conexión astral, magia atemporal.
jueves, 23 de abril de 2015
Estoy sola, rodeada de sombras y voces que no distingo. Asustada, miro a mi alrededor, no reconozco nada. Parece ser un bosque, a cada paso oscurece más. Hace frío y mis pies están descalzos. De pronto, un toque me detiene, un alma atormentada me mira a los ojos, inspecciona mi cara. Me asusto y aturdida me alejo hacia la nada. Escucho el sonido del agua. Me orillo a un lago cristalino que brilla con la luna que, de repente, se empieza a asomar. Me colmo de paz, me hipnotiza la luna, el agua. Sentada en una roca permanezco más tiempo del que siento recordar. De pronto, unos pasos me despiertan de mi sueño lunático, miro hacia atrás. Al principio, no lo reconozco, pero al acercarse lo veo con claridad. Me ve la cara de espanto, de asombro; toma mi rostro en sus manos: tibias y tiernas, y al encontrar sus ojos con los míos, dice con una suave voz: "No te preocupes más, estoy contigo".
jueves, 16 de abril de 2015
De quién son dueñas mis palabras
esta noche oscura
en la que la tormenta
de gotas ligeras
humedece la ventana
las ventanas de mi alma.
A quién evoco
a quién de su alma me apodero
bajo el resplandor de una luna
que no se deja ver.
Eres tú
puede que
puede que
ser maligno de dulces ayeres
de ti me adueñe
que tu aura esta noche
evoque y robe.
Más no
hoy no te deseo
hoy
en medio del recuerdo que eres
y que no
te olvido.
Otro
del preludio de mis sueños
hoy
esta noche
bajo esta lluvia tersa
que nos empapa
se hará amo.
Otro sin rostro
sin nombre
sin ayer
sin otoño.
Otro
siempre y cuando
amor
no seas tú.
Me retracto, te pertenezco, tuya soy, te soy.
Eres línea, recta, inclinada, de todos los grosores; te he hecho forma, que se cuela tras paredes, que no conoce la noche.
Eres mío, te comparto.
Me eres y lo desconoces, en aquellas palabras fuiste alma y te adopté.
Eres la línea en mi mano, aquel que los astros prometen, del que las predicciones tanto hablan.
Te creo línea, eres de mi forma; te he techo mío, te pertenezco y te soy, línea de mi mano, a quien los astros llaman amor.
jueves, 2 de abril de 2015
Cayendo nuevamente en mi centro, retorno en espiral al círculo gris que me compone, el que soy.
Lo que hay dentro, detrás, lo desconocido que se intuye y me envuelve en lágrimas, en melancolía. Me deshago mientras caigo, me pierdo en el vacío en busca de algo que no sé, que dudo.
De regreso a los eternos instantes que se repiten y juegan con mis voces; seres de antaño, seres perdidos, encontrados. Giro, en picada, vuelvo y no acaba.
Me desplomo, se me ahoga el alma en un suspiro que no termina de salir. Lentamente, me recorre la angustia, me deshago.
¿Qué era lo que buscaba cuando me perdí?
Borrar recuerdos, que ahora coexisten y conviven sin mucha armonía.
En un instante se derrumba lo efímero, y me arrastra.
Yo que habito el vacío, yo que soy un abismo: he tocado fondo, aquí ya no queda nada (o nunca lo hubo).
domingo, 8 de marzo de 2015
Tu recuerdo viene con la luna, reflejo y sombra de esta noche no tan oscura.
Veintiocho soles vislumbraron mis ventanas sin que por ellas tú te asomes.
Luna, sólo una, esa que completa nos espía en sueños y trasnoches; la que me hace repetir tu nombre como eco en el vacío y recordarte, esperarte, desesperarme.
Tu recuerdo viene, tú dónde andas.
Le reclamo a la espía, la que ha presenciado el esplendor de nuestras sombras conjugadas, que regreses a mi tu alma y su envolvente, el trozo de ti que me ama, o lo finge como dios, como hada.
Tu recuerdo viene, me acompaña junto a la luna que se asoma, desespero, tú dónde andas.
miércoles, 4 de marzo de 2015
Pero puedes, me pregunto, ver su alma, lo que oculta su sonrisa, ¿podrías?
¿Lograrías, acaso, ver sus ojos al cerrarlos? Puedes, no lo has hecho, te pierdes en su forma, en el envolvente, en la magia del hechizo puro.
Podrías, si quisiese, si ella lo permitiera, si le mostrases el valor, la agonía, la entrega. Puedes, lo has hecho, ver su cuerpo desnudo, pero su alma... Abre los ojos, ¿puedes?
miércoles, 4 de febrero de 2015
Las palabras arden y de mis manos se escapan, cenizas vuelan en la brisa, en el ardor de mis labios. Fuego pidió el aire, y el viento fuego le dio.
Benditas las manos que estremecen el cuerpo, la flor. Flor de fuego que arde, magia, luz. Las palabras se me escapan en cenizas entre labios y manos de aire y fuego que se unen, colapsan.
sábado, 31 de enero de 2015
Las palabras se me acortan, ya no brotan deseosas de vida, de público que las alabe.
Confieso, extraño el agua: su ternura, su frialdad. Más, el fuego ya no arde, de pronto aminora su intensidad. De qué sirven las llamas, si no queman.
El viento sopla en mi, yo aislada, triste, colisionada. Para qué el fuego si no mata, si no consume; prefiero la sutileza letal del agua.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)