De nada sirve quedarse varado.
Esperando en un pasado
que nunca fue.
En las promesas de una sola voz.
Sin eco que las secundaran.
Días que se esfumaron sin ser.
Minutos al viento del ayer.
Sigo mi camino,
retomo el rumbo.
Lo que no fue,
si ha de ser, volverá.
Mientras, no miraré atrás.
Veo nuevos paisajes,
busco nuevas luces.
Los violetas del alba
me invitan a seguir.
Y en el horizonte,
visualizó los ojos de la estrella tornasol.
El misterio oculto, la tentación en su voz.
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