sábado, 17 de noviembre de 2012


Y de vez en cuando, 
se cuela una canción.
Una de esas que hacen resonar
 alguno que otro recuerdo.
Memoria, que ya sea 
bien recibida o no, se recrea.
A otro escenario me transporta,
 me conecta.
Todas las palabras 
dichas o hechas, retornan.
Momentos de locuras, 
sonrisas silentes, 
dolorosas carcajadas,
 lágrimas derramadas.
Sin importar, ahí vuelven,
escucha el ritmo de sus pasos.
Y tal vez, sin quererlo, se mantienen.
Aún no siendo invitadas, se alojan y acomodan.
Y ya terminado el soneto, calladas las líricas.
En mi mente continúa la melodía, 
el vivido eco de pasados instantes

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