jueves, 31 de enero de 2013

Extrañar lo que nunca estuvo. 
Recordar lo jamás sucedido.
Los besos que sus labios no me ofrecieron.
Aquellas palabras que no fueron más que suspiros, 
silencios letales, venenosos abismos.
Memorias de sombras sin luces.
La realidad se pierde, sólo recuerdo el olvido.
Ya ni mis sueños lo traen consigo.
Dejando atrás la melodía que despertaba
los vientos de la tarde, la tormenta de mis días. 

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