jueves, 21 de febrero de 2013




Y que la voz del viento escuche en esta silenciosa noche.
Que con sus suaves acordes me transporte a otra realidad.
Que consigo se lleve las penas, las huellas, el temor.
Y deje en mis ojos, destellos; en mis labios, sonrisas; en mi alma, valor.
Y antes de partir, me proclame una promesa sin mentir al espejo, 
que el recuerdo no me traicione, que su memoria no olvide que estuve y estoy. 

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