jueves, 11 de septiembre de 2014

Sutil brisa de verano que empaña mi rostro lluvioso, estos días de tormenta se repiten cada año en las mismas épocas. Será que el otoño y sus hojas secas, su brisa color ocre me renueven el corazón, Puede que las tardes de sol tostado me calmen el alma tan angustiada durante la estación del sol. 

Pasan los días y se acercan las horas de un año atrás, aquellas en las que amé la vida, cuando me sentí volar. Horas que acabaron sin a penas disfrutar, deseando que jamás hubiesen terminado. 

Es el verano que enfría mis ganas, que congela y desgasta mis intenciones de vivir. Sólo me queda rogarle al otoño, a su brisa ocre que se apiade de mi. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario