Y de nuevo termino extrañando a un fantasma, 

añorando el regreso de un nombre sin alma. 

Rogándole a las horas, esperando predicciones

todas malinterpretadas a mi favor,

un retorno, una palabra, 

que se demora, se retrasa 

y me destroza. 

Mi deseo se resume a alguien que resista e insista ante mareas de dudas y ausencias, que permanezca tras la secuencia caótica de silencios y estruendos que proseguirá su llegada, su estadía. 

Alguien que cambie mis estándares, que me ayude a transformar mis miedos en flores y que no me pese, no me agobie. 

Deseo que fluye y espera por la misericordia de dioses, estrellas y horas que en silencio me prometen, llegará. 

Ya volverás,
tarde o temprano.
Posiblemente sea noche, 
como acostumbras, 
pasadas las 10, 
el día que regreses. 
Una noche como en la que nuestras almas 
rozaron nuestros labios, 
un invierno tibio de hace unos años.
Tarde o temprano vendrás con esa noche, 
y harás de ese día un recuerdo eterno, 
tal como tu presencia en esta vida, 
que tanto te ha anhelado, 
casi desde siempre, 
de otras vidas.
Ya volverás.

I´m not calling you a liar, Florence and The Machine

No hay nada más que pueda hacer para que me quieras, para recuperarte.
Pero hay tanto, muchísimo, para que ya no me importe.

Tan breve y conciso como lo nuestro. 

¿Por qué será que uno se aferra a lo imposible, 

lo distante, lo inviable?

¿Por qué al tener certeza, surge el miedo, 

todo se acaba?

¿Por qué será que quiero tanto 

en contraria proporción a lo probable?

¿Por qué aún me turbas y distraes?

Canción de Lulú, El Trío

    "Odio mi cara pues la miro a través de sus ojos.

    Esta cara no supo fascinarlo.

    Amo.

    ¿Qué se hace en este momento mundo cuando se ama así?"

    Alejandra Pizarnik

Más que mi cara, tiendo a aborrecer otros aspectos de mi, mi manera ilógica de enfrentar el cariño, mi miedo al rechazo, al para siempre, al adiós.

Más que odio, diría que es miedo, terror a mi yo que no controlo.

Miedo de mi yo que olvida y recuerda, quiere y fastidia, llora y se trasnocha sin orden, sin sentido.

Un carrusel de emociones y acciones que cambia de dirección y velocidad a cada instante. 

No es odio, es terror... de mi. 

Es que viene al caso que esta dinánica tuya de 

"in and out" sólo me resulta placentera en asuntos sexuales. 

Te confieso que no lo tolero y/o soporto. 

Que si has de estar, quédate.

Pero no, ya vete y no regreses. 

Me estresas. 

Idiota. 

No creas que fuiste tú, no eres resposanble de mi corazón roto, de mi alma turbia. Más, sin embargo, jugaste con las piezas desordenadas de mi, a mera voluntad moviste y trasladaste cada una de éstas.

No te culpo, ya estaba así a tu llegada. 

Pero, espero entiendas que los trozitos, punzantes, los dejaste al momento de tu partida todos mal colocados.

Quizá la manera fue siempre de otra manera. 
Quizás el sueño está allá afuera, en algún lugar donde ni siquiera he estado antes. 
Quizá siempre estuvo frente a mi, 
aquí mismo, ahora mismo. 

Te quise, puede que te haya amado.

Puede que mi corazón se forre de ira para ignorar el hecho de que aún lo hago, y duele, duele en lo más profundo de mi alma, que te fue entregada en un beso, en un te quiero que olvidaste, puede que ni hayas recordado. 

LA NOSTALGIA DE LA TIERRA EXTRANJERA. 

Hoy hace 3 que no sé nada. 

Se callaron las voces, las letras fueron sepultadas en lo más profundo de un silencio.

Hace 3 que no te escucho, no te leo, ya ni te siento. 

Sólo el recuerdo, que también se pierde, me trae de vuelta al calor de tus brazos. 

Todo tan vivo, todo tan rápido.

Hace 3 que te olvido, hace siglos que te extraño, te quiero. 

A mentiras y miel saben tus besos, 
aquellos que diste, los que prometiste dar. 
Dulce condena vive la que te espera, 
que añora y te quiere sin la certeza de que regresarás. 
Sal y canela corre en tus venas, 
dulce la pena de la que espera, 
añora y quiere a quien no regresará. 

¿Qué será de ti, mi usted?
¿Dónde descansarán hoy tus manos?
¿Se posarán en otra piel tus labios
o seguirás ausentado, distante?
¿Qué será de ti esta noche?
¿Qué estará usted pensando?
De mi, ¿te acordarás?
¿Qué será de usted, mi tú?
Mi tú, mi nada de otra tierra, mi fuego, mi alma. 

Todos los planetas conjugados, girando al paso de un cosmos vólatil, distante, perfecto y absurdo; tan real que engaña su presencia abstracta, imaginaria. 

Todos enlazados, danzando en un eclipse de coherencia e ingravidez. 

Dulce es el olvido en este pequeño trozo de nada, que nadie entiende cómo vive y muere cada mañana.

Nadie entiende, todos creen que quieren creer, entienden que el querer es la única fuente de entendimiento. 

Mientras giran y giran aquellos que, en la oscuridad divina, gravitan sin entender, sin buscarlo ni mucho menos pretenderlo. 

Giran, no hay por qué saber; gravitan, no hay nada que entender. 

Para cuando vuelvas y las memorias de la luz se tornen algo más allá que éste nada, tan vacío y recurrente. 
Para cuando decidas que el calor de los besos dados fue y será mil soles más amorosos que los que hoy te son dados.
Para cuando sean tuyas mis manos, mi vientre, mis besos, mi alma; para ese entonces seguirá el mismo viento avivando tu fuego marciano. 

Baby, I'm yours, Breakbot ft. Irfane

Love me again, John Newman

Indescifrable, Cerobit

Mr. Brightside, The Killers

Margot, Pereza

One More Night, Maroon 5

Entre caníbales, Soda Stereo

Desastre, Gustavo Cerati

Naive, The Kooks

The take over, the brakes over, Fall Out Boy

Bésame morenita, Caloncho

Tú mereces certeza, nunca, jamás te conformes con ser duda, con ser un "luego", un "lo pensaré", un "no estoy seguro", un "ahora no sé".
Eres certeza, eres sol, y la luz que emana, eres la luna paciente y enamorada que la recibe.
Eres cada una de las estrellas y todas galaxias, contienes algo más allá, eres tu propio universo, un mundo abstracto que en tu ser habita, se desarrolla y desata en tan sólo un suspiro, en el danzar de tus párpados. 
Eres todo, nada de quizás, nunca una duda. 

Y en este tiempo que mis palabras se silenciaron, es a causa del estruendo de su partida. Un ruido tan callado y predicho, que ya sólo lágrimas mudas ruedan por mis mejillas. Tan triste y repetido que sería redundancia describirlo una vez más. 

En resumen, se ha ido, sin intenciones de regresar. 

¿Por qué me tortura así?
¿Por qué no lo hace de otra forma?
De una forma más amorosa, quizá.
Tal cual lo hacía cuando éramos.
Cuando fuimos, cuando existía yo.
Cuando era sólo él.
Él y yo, éramos, fuimos, existimos.
Y ya no.
Luego, tal vez, me diga.


¿Ya es luego?

Es que te extraño.
Extraño el hablar idioteces 
hasta que el sueño te vencía.
Extraño enseñarte como mi día va.
Extraño las estúpidas caritas, 
y preguntarte "¿en qué estás?"
Extraño los besos dados y los prometidos,
los enviados por whatsapp y skype.
Extraño los "te quiero" que un día sentiste
y aquellos que llegaste a expresar.
Extraño la confianza y osadía de saber
y confirmar que estarás.

No quiero un amor que sea un reto mensual, quiero que pasen los días sin siquiera detectarlos. Que los momentos vuelen y se tornen en años sin tantos daños. 

Un amor real, con todas las caras de la vida de frente, sin mentiras, sin falsas máscaras encubriendo verdades, tristezas. 

No quiero un amor que se cuente por meses, si no por sonrisas, por instantes compartidos, por discusiones pasajeras, por besos robados consentidos.

Quiero celebrar días, y si acaso, años, nada de ceros punto tanto, un amor verdadero, duradero, real, mágico. 

Aún en la orilla, un tanto desconcertada, luego de la efímera tormenta.
Devuelvo la mirada al mar, ahora con otras aguas, con vientos o tierras distintas.
(Puede hasta que ardan estas aguas).
No confío, no me sumerjo, no me apartaré de la orilla.
Necesito centralizar mis vientos, mis propias aguas, mi fuego.
Ya luego dejaré, tal vez, que me arrastré la marea, de forma instantánea...
¿O eterna?

Ayer recordé lo que era una lágrima, 
la presión que provoca en el pecho llorar. 
Ayer recordé lo que dolía, 
cómo era no poder más. 

Extraño la primera boca que rozó mis labios. Aquella cobarde que en días primeros fue sincera, que me quiso y me deseó. Esa boca si me dijo amor, por corto tiempo, pero fue real mientras duró.
Extraño los ojos que me acariciaron, me dijeron en sus pupilas lo preciosa que era, me comieron y amaron.
Extraño las manos que me recorrieron, extasiaron sin pudor ni reclamos.
Extraño a aquel que estuvo y se fue; que busqué, vino y partió, que sigue sin estar, sin volver.
Extraño los días, lo extraño a él. 

T e n g o   m i e d o .

Será qué de eso se compone mi sangre.

No sé que quiero, no sé que sería mejor.

No puedo actuar como si nada pasara.

No quiero decir algo de lo que me arrepienta después.

Tengo miedo.

Miedo a seguir.

Miedo a terminar.

Él sería "el que no me haría llorar".

Estoy rota, no sé cómo reponerme.

Estoy triste, siempre es igual.

Patrones, ciclos, miedo, llanto.

Todo tan distante, tan lejano.

Todo tan imposible, tan triste.

Sola, siempre alguien que se vuelve nadie.

Piezas esenciales que se desvanecen.

Tengo miedo.

No sé a quién ni cómo llorar.

Y de la noche a la mañana me vuelvo tristeza, me transformo en llanto.

Ya hace un mes una noche de estrés, 

de emoción, de no dormir.

Hace un mes que fui y amé.

Fui, para regresar y volver. 

Ver, enamorarme (más) y anhelar.

Explorar, creer, llorar, volver a amar.

Hace un mes que fui, 

hace semanas que muero por regresar.

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¿Cómo evitarlo, si yo soy ilusión?

Ya te vuelvo a extrañar.

¿Qué tan poco necesito que de nuevo me tienes, 

me atas, de vuelta a la condena?

Sólo un gesto, una palabra (no tan) sincera, 

y me tienes, me deshaces y rehaces a tu antojo.

¿Qué tan poco?

Sólo un nombre, una mirada, una (falsa) sonrisa, 

una frase (incompleta) y caigo.

¿Cómo evitarlo?

Soy ilusión.

Te extraño, a ti, al que eras.

Se consumen mis instantes tratando de no pensarte, y te pienso y recuerdo que el olvido no existe en mi. Qué no daría por besarte, por tenerte aquí, tenerte de vuelta, al que eres, al que eras.

Es que te quiero, a ti, al que eras. 

Dos almas, lo juro, tu cuerpo invaden. Y no entiendo qué me hace aferrar, si el que era, el que amo, no está.
¿Dónde quedan sus restos, no reside en ti su recuerdo, lo lograron el tiempo y la memoria, matar?
Lo extraño, te extraño.
Ese que eras, ese que amo. Ese que viene y va.
Este que eres y me ignora, que maltrata el corazón que le he entregado. Me niego, y la agonía, me destroza, acabando lo poco que queda de mi.
Dos almas en tu cuerpo habitan, ambas las quiero, una de ellas me quiso (me quiere); la otra, me quiere (ver partir). 

Si tú me quisieras, Mon Laferte

Es que te quiero y que lindo es sentirse querida, aún si es de lejos, a tu tiempo, a tu medida.
Que lindo es que estés, que lindo es quererte, a pesar del tiempo, las dudas, el mar.
Te quiero, no importan silencios, ausencias, horas, agua que nos quiera separar.
Que lindo es que estés, que quieras estar. 

Es de luces opacas el horizonte, frío y oscilante, 
entre azul y gris claro.
Es estático el recuerdo que en una nube sobrevuela 
el sentir y pensar exhausto.
No me creas si te digo que he olvidado,
está latente el detalle, el beso, el instante.
No olvides que el verso, la luz, tu imagen 
aún recorren cada tramo.
Es tu mano, tu caricia improvisada, 
una risa, el tono de tus labios.
Es tu cuerpo a mi, delirio;
Es tu trazo a mi, suspiro.
Se dibuja del centro al sur tu memoria, 
entre azul y gris claro.
No he olvidado. 

Guerra Lenta, Caramelos de Cianuro

Es que no puedo ni quiero superarlo, 
no así, no aquí.
Necesito tiempo, dejar todo intacto.
Es mucho, demasiado y me abrumo.
Me aterra a idea de dejar(lo) ir.
Hacerlo es derrota, cobardía.
Y me asusta el miedo en sí.

Y qué era lo que fue.
Qué será lo que viene.
Eras tú, me pregunto.
Era yo, me respondo.

Cielito de abril, Mon Laferte

Y que cuando muera, mis cenizas al viento vuelen, que al fin pueda mi cuerpo disfrutar de la libertad.
Libre, me preguntas si soy.
Claro que no.
Me aprisiona un cuerpo, una sociedad que me limita, prejuicios y estándares.
Una vida no tan elegida, reglas, métodos, costumbres.
¿Libre? Libre no soy.
De serlo, volaría.
Estaría donde no estoy.
Pero heme aquí, no tan mal, segura, querida; ¿pero, libre?
Libre no soy.

Lo extraño, con (casi) todas mis fuerzas.

Cómo desearía estar a su lado, 

en su defecto, en su mente (su corazón),

como antes lo estaba.

Me aterra y emociona el paso de los días,

lo mucho y tan poco que falta para este reencuentro tan anhelado, que he soñado cada noche desde ese noviembre pasado.

Que llegue ya el día en que sus brazos rodeen mi alma,

y en un beso me confirme que la pena lo valió.

Lo quiero, lo extraño.

Y justo cuando te quiero, me olvidas.
Y ya cuando me olvidas, recuerdo.
Recuerdo que querías quererme y lo hacías.
Lo hacías, ¿se te olvidó?
¿Lo hacías? Se te olvidó.

Tu falta de querer, Mon Laferte

Palmar, Caloncho & Mon Laferte

Un violinista en tu tejado, Melendi

Un ahora, no un mañana.

Es este momento el que preciso, 

este instante, el que me falta.

No promesas, ni ilusiones;

Quiero acciones, demostraciones.

No un mañana, un ahora.

Un ahora que falta.

Fue (es) tanta la fe puesta en esto, que aún no entiendo cuándo, cómo, por qué falló.

Aparte de la distancia que sobró, qué faltó además del tiempo.

O fueron estos excesos y ausencias suficientes como para justificar un adiós.

Un adiós que no se acaba de ir, que no entiende y se queda.

Es tanto mar, tan grande la pena, la confusión, las ganas de que no termine.

Despertar y que todo siga igual, mejor.

Que vuelvas y me digas "lo voy a intentar".

Aún espero, aún no olvido. ¿Qué mañana pasará?

"Nada nos libra. Nada más queda"

Y toda la noche me la pasé esperando.

Esperando(le), a aquel que sería mi

sorpresa, mi regalo 

más preciado.

Esperando(le), cambié de cielo, vestida de luna.

Vi nacer el sol en mi piel, esperando(le).

Y no llegó.

Es un ahora que necesito, un gesto sincero, 

una palabra tierna (al oído, desearía).

Un instante presente, que de promesas de futuro 

nadie (yo) permanece. 

Un ahora preciso, no inmensas demostraciones; 

un sólo beso al día bastaría, 

un "te quiero" que estuvo y se demora.

¿Qué hago si me faltas, ser ausente?

Me pierdo en los recuerdos 

y promesas desplegados del centro al sur sin retorno.

Un ahora, un instante, tu verdad, 

tu presencia, un beso, un regreso.

¿Qué haría de faltarme?

Me perdería en un ayer lejano, 

en un mañana que no amanece y me aterra su desgane. 

Nuevas líneas se aproximan.
Ya veremos que traen consigo 
estos días, estos meses.
Paz, estabilidad, quizás algún otro amor 
que me consuma, siendo yo de extremos, 
no lo dudaría ni un instante. 
Astros, soy en parte suya.
Fuerza suprema, que me amas a pesar
de mis constantes dudas y burlas.
Vida... Aquí sigo, contigo y por ti, 
ya veremos como nos seguiremos llevando. 
Confía (quizás).

Conociendo nuevos lados, luces, sombras.

Toda una gama tras la piel, piel que erizas 

y posees en espíritu, a lo lejos.

El problema empezó a partir de la distancia, 

no la física, el cuerpo se acostumbra, se imagina; 

si no la emocional.

La ausencia de una palabra, de una pregunta, gestos.

No cualquier pensamiento, 

cualquier excusa, es capaz de reemplazar un alma.

¿Quién se inventa un alma ausente?

¿Quién recrea un corazón perdido?