martes, 4 de diciembre de 2012



Hoy que los besos pierden el sentido,
con impaciencia anhelo tu boca.
Aquí muero yo por un trozo de tu locura. 
Roba mi aliento en un suspiro.
Retén mi vida en tus labios.
Devuelve cada caricia, 
al parecer en estos días ya nada importa.
Sigamos la corriente por la que los débiles se arrastran.
Y así perderemos la cordura, 
y así se escaparán las horas.
Yo, sin temor hoy, 
y mañana, tú, sin memoria.
Lo que en un segundo parecerá lógico, 
se tornará en olvido latente.
En un eterno deseo de dejar ir los instantes.
Memorias concisas de pasadas turbulencias.
Recuerdos consistentes de los fugaces deseos y pasiones.
Y en mi, tu permaneces. 
Y en ti, yo me deshago. 

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