miércoles, 7 de noviembre de 2012


De nada sirve quedarse varado.
Esperando en un pasado 
que nunca fue.
En las promesas de una sola voz.
Sin eco que las secundaran.
Días que se esfumaron sin ser.
Minutos al viento del ayer.
Sigo mi camino,
 retomo el rumbo.
Lo que no fue,
 si ha de ser, volverá.
Mientras, no miraré atrás.
Veo nuevos paisajes, 
busco nuevas luces.
Los violetas del alba 
me invitan a seguir.
Y en el horizonte, 
visualizó los ojos de la estrella tornasol.
El misterio oculto, la tentación en su voz.

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